miércoles, 24 de marzo de 2010

Charla debate en Lanús con Pablo Llonto

Pablo Llonto, luchador por los Derechos Humanos y Ulises Roldán hijo de Desaparecidos

Viernes 19 de marzo de 2010. La Comisión de Familiares, Amigos y Vecinos de Detenidos Desaparecidos de Lanús organizó una charla-debate denominada “Impunidad ayer y hoy” que tuvo como panelista al periodista, abogado, escritor e investigador Pablo Llonto. Entre la audiencia se contó con la presencia del Ing. Héctor Bonfiglio, Secretario de Obras Públicas, Alicia Marquez de la Secretaría de Planificación Urbana, el Concejal Héctor Velez del FPV, Rubén Sutelman, Martín Alló, Guillermo Soria, Omar Dalponte del Consejo Ejecutivo del Bicentenario y representantes de diversas instituciones sociales, civiles y culturales.
Estuvo a cargo de Ulises Roldán, hijo de desaparecidos e integrante de Familiares de Desaparecidos de Lanús, la presentación del invitado. Roldán informó sobre las tareas de esta Comisión y destacó que “la participación ciudadana ha posibilitado que de a poco, pero firmemente, en Lanús se vaya conociendo la verdad y consolidando la memoria”, señalando que “la gestión de Díaz Pérez, marca un antes y un después en esta materia, generando un ámbito de libertad y participación inédita en nuestro distrito”.
Con respecto a Pablo Llonto puntualizó su condición de ejemplo de luchador por los derechos humanos, informando que se desempeñó en la redacción de Clarín entre los años 1978 y 1991 en la sección “Deportes” y entre 1984 y 1991 fue delegado de la Comisión Interna hecho por el cual la empresa le impidió que entrara al edificio –durante ese tiempo atendió los reclamos de sus compañeros instalando una mesita y una silla en la vereda del diario-. Los trabajadores del diario lo volvieron a elegir como representante gremial hasta 1999.
Haberse desempeñado en el diario de la familia Noble le permitió escribir “La Noble Ernestina”, libro donde muestra el verdadero rostro de la dueña de Clarín. Es autor también del libro “La Vergüenza de todos (El dedo en la llaga del Mundial 78)”, de Editorial Madres de Plaza de Mayo. Llonto integró el equipo de abogados que colaboró con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en 1985 en los juicios por desapariciones de personas durante la dictadura y colabora actualmente en el Juicio de Campo de Mayo.
Al hacer uso de la palabra, Llonto detalló el estado de las causas judiciales en la que están imputados los genocidas y la labor que desarrollan los organismos de derechos humanos. Transcribimos los tramos más importantes. En principio señaló que “los juicios son imposibles de evitar y de frenar. La justicia va a llegar mas tarde que temprano, pero va a llegar”. “La sociedad esta convencida que la dictadura fue un horror, pero desconoce realmente la dimensión de ese horror que sale a la luz en estos juicios”.
“El Panorama de los juicios es bueno, los juicios están lentos a pesar de los problemas con los jueces, con los tribunales, con los abogados, hay problemas de todo tipo. Pero los juicios no paran y cada vez crecen más. Y cada vez hay más causas, cada vez hay mas denuncias, hay más familiares presentándose, hay más testigos, mas colimbas, más vecinos que se callaron por años y vienen por primera vez a decir ‘Yo ví esa noche que se los estaban llevando’, hay más compañeros de fábricas que nunca habían contado que había entrado un camión a la fábrica a llevarse a la comisión interna y por primera vez lo cuentan”.
“Es un panorama realmente alentador. Por supuesto la prensa, especialmente la televisión está muy poco interesada en esto, por diversos motivos. Clarín está muy poco interesado en esto. “Pero hoy tuvieron que publicar lo del Tigre Acosta. Mañana tendrán que publicar, si hay condena, la condena de Bignone”.
“Por suerte están los medios alternativos. Está internet. Por suerte hay radios y diarios pequeños que se ocupan y no lo pueden parar. Este tren no lo pueden parar, porque tiene el empuje de las comisiones de familiares, de las Madres, de las Abuelas, de los Hijos de los Hermanos y cada una de las entidades. Y hay cada vez más actividades”.
“Uds. que están organizando esto en Lanús saben bien que estos 20, 25 días de marzo y los primeros días de abril son increíblemente potenciales, con actividades en todo el país; en las escuelas, en las plazas, colocación de placas, cerámicas, baldosas, etc. Siguen saliendo libros, hay periodistas que investigan, películas, documentales. Por eso quiero decirles que pese a todo lo que ocurre me siento orgulloso de vivir en un país que tiene semejante movimiento de derechos humanos. Organizado en los organismos, organizados en los barrios, no organizados, pero que a uno le levanta el ánimo ante el discurso que uno escucha en la calle, en los taxis sobre todo, en muchas radios: que es el pasado, que carajo están buscando’ o ‘que quieren con eso’. Por suerte frente a eso no sólo hay un puñado de abuelas y madres en la plaza. No, no. Hay compañeros y compañeros y muchísima gente joven haciendo historias de cada uno de los juicios y cada uno de los desaparecidos”.

Imágenes de desaparecidos de Lanús, una presencia conmovedora

“Acá en Lanús hay casos, como el de Coccoz (Coccoz, Javier Ramón, desaparecido el 11/05/1977 ) que si la gente, si los periodistas lo conocieran se morirían por publicarlo. Por que es una de las causas que tiene testimonios filmados de una declaración obtenida bajo tortura. Son pruebas que no se conocen, por lo menos en la parte de la sociedad que le interesa estos temas”.
“Las pruebas están, los archivos están, de Uds. depende, de nosotros depende. El mensaje que tratamos de transmitir es que se puede y la Argentina es mirada con asombro en un sector en el mundo que consideraba que esto no podía seguir luego de las derrotas de la obediencia debida y el punto final y el indulto y que hoy ve que la Argentina es ejemplo y copian el modelo”.
“Vemos lo que pasa en Uruguay, Brasil, países europeos, donde les está costando investigar la guerra civil española, buscar restos. En España le cuesta investigar lo de la guerra civil”.
“Mientras en la Argentina si es necesario haremos 20 juicios de la Esma, 20 juicios del Vesubio. Están ahí los familiares, los organismos reclamando y reclamando”.
“La pregunta que yo había sugerido para la charla, porque ayuda a responder otras es ¿Qué podemos hacer nosotros? Además de asistir a los juicios, de escribir un volante en el barrio, o de organizar una movida del Teatro por la Identidad, pasar una película”.
“Una cosa importante que podemos hacer, porque los asesinos están sueltos, es ayudarnos a encontrarlos. Además de buscar testigos y familiares, lo que tenemos que hacer también es buscar a los genocidas. Y en esa búsqueda de los genocidas, creemos que los compañeros de las víctimas de Lanús pueden dar una mano. Es cuestión de relacionarnos de intercambiar información”.
“También dar charlas en las escuelas, producir la multiplicación de la historia de los desaparecidos. Establecer redes para que estas historias se multipliquen”.
“Para terminar, los juicios, Los juicios son muchos. La mayor parte son en Capital Federal (ESMA, Atlético, Banco, Olimpo, el Vesubio que se dedicó a la represión de la columna de la Zona Sur de Montoneros). Está en marcha el de Campo de Mayo, dentro de poco empieza el de Automotores Orletti”.
“Estaría bueno que Uds. tomen el tema de los juicios. Que asistan aunque sea un día, con un amigo, con compañeros de barrio, de trabajo, porque tiene un efecto importante en la gente para hacer cosas. Escuchar los testimonios de los familiares, de los sobrevivientes e inclusive el de los genocidas, a uno le da idea de todo lo que se puede hacer”.
“Los juicios son abiertos, para mayores de 18 años, pero muchas maestras y directoras de escuelas empezaron a pedir permiso a los tribunales orales para llevar alumnos adolescentes a los juicios para luego hacer trabajos sobre derechos humanos en clase y por suerte algunos de esos tribunales lo están autorizando”.
“A partir de los juicios mucha gente comenzó a acercarse no sólo a la historia de la represión del terrorismo de Estado, sino a la historia anterior que es la historia de la militancia de nuestros compañeros, del compromiso político, de la solidaridad, de la abnegación, de la entrega de su vida al prójimo. Porque todo esto se cuenta en los juicios. Hay una parte dolorosa, pero también una parte hermosa que es cuando los familiares cuentan la lucha de su familiar: ‘Mi hermano tenía 19 años y estaba alfabetizando acá. Mi Hermano tenía 18 años y era delegado de tal fábrica. Mi esposo era dirigente en tal fábrica y hacía esto. Cuatro años, de los 17 a los 21. Una vida que ¡mamma mía! La envidia que nos da. El empuje que tenían. No dormían para militar. Y eso es bueno que aparezca en los juicios y se transmita”.
El público aplaudió largamente a Pablo Llonto, abriéndose luego lugar al debate. Una serie de preguntas de parte del público fueron ampliamente respondidas por el panelista invitado, pero también fue un espacio que sirvió para escuchar denuncias sobre hechos y personas relacionadas con la represión ilegal durante la dictadura en una ciudad que tuvo la mayor cantidad de desaparecidos cuyas historias y la identidad de sus victimarios aun siguen en el olvido.
Esta charla debate que forma parte de una serie de actos que culminarán el día 24 de marzo, y como dijo Pablo Llonto sirven para “producir la multiplicación de la historia de los desaparecidos. Establecer redes para que estas historias se multipliquen” y que los hechos atroces que las produjeron no se repitan Nunca Más”.